sábado, 10 de enero de 2009

EL MODERNITO

Bueno tras muchas semanas sin actualizar, vuelvo con una entrada sobre tribus urbanas: LOS MODERNITOS o Moderniquitz, como les conocemos mi grupo de amigos.

El motivo d mi elección no es otro que haberlos vistos pulular con cara de falso interés en unfestival al que me tocó ir a trabajar, Bio Jet Lag 08, en Bilbao, en un sitio de lo más cool, una antigua nave industrial próxima a la ría rehabilitada para la ocasión por algún familiar artista de Chillida, creo.

Como toda tribu urbana, tienen que tener una estética marcadamente diferenciada del resto de las tribus y personas. Más o menos un modernito actual encajaría en la siguiente descripción: pantalón pitillo, zapatillas Nike SB, playeras Victoria, John Smith o cualquiera con las que notes perfectamente la dureza del asfalto y de su vida,que si son autodiseñadas mejor que mejor (es decir, la marca da la opción de diseñar tu propia zapatilla eligiendso tú los colores y su disposición http://nikeid.nike.com/nikeid), bien sobrepuestas sobre su superpantalón pitillo. Camisetas con mensaje concienciador y chupa de tactel, (las rescatadas de nuestros chandals Runnings de juventud no son válidas, querido lector, tienen que ser de último diseño) o chupa de cuero en su defecto. Palestinos multicolores o bufandas hechas por sus abuelas o por ellos mismos, gracias a un curso que organiza la Asociación de Abuelas Hiperactivas de su barrio, y al que han acudido con la intención de ser un poco más autosuficientes, si cabe. El pelito corto y con raya a un lado (sí, amigo mío, como en la foto de ese cuadro que preside el salón de tus padres, el de tu primera comunión y que aborreces mortalmente) a juego con un mostacho corto y arreglado a conciencia. Las gafas de pasta son opcionales, pero sumas 10 puntos si las llevas. Como bolso vale la antigua bolsa de la piscina, si es de un color verde o rosa chillón mejor, aunque las marrones y amarillas se están revalorizando a una velocidad de vértigo. Sombreros, gorras, gorros… todo vale para adornar la cabeza. En definitva un rollo beatleniano pasado por el filtro de los multicolor Devo de los 80 y adaptado a las oportunidades que ofrece la sociedad de consumo actual. La verdad que con los tiestos que usaban los Devo en sus conciertos quedarían la mar de guapos. Esto en cuanto a la estética moderna.

En cuanto al comportamiento es el siguiente. El modernito se desenvuelve con soltura en estos ambientes artísticos. Entra y busca apresuradamente el programa del día y lo analiza con aparente detenimiento ante el monitor que ofrece la misma información que el papel que tiene entre sus manos. Entre el papel y el monitor la opción del moderno es clara: el monitor. Después se sumerge entre el gentío y admira perplejo la calidad de obras expuestas. Evidentemente no es un tipo de arte clásico (si es que lo hay), es un rollo muy alternativo e interactivo (proyecciones sobre contendores de carga, videos de gente hablando sobre cualquier tema trascendental, un rastro en el que puedes coger y dejar cualquier objeto, talleres de peluquería… y todo amenizado con algun que otro grupo tendencioso, sin olvidarnos de las imprescindibles performances que un servidor no llega a entender, pero que ellos disfrutan plenamente, ya que asienten con sus cabecitas insistentemente. A veces el modernito tiene hambre, y peregrina hasta la barra donde le ofrecen algo de comida industrial y grasienta que devora sobre un bandejita de cartón de lo más respetuosa con el medio ambiente ante el monitor o en la zona de chill out.

El moderniquitz también trata de ligar. Algunos lo hacen dejando de lado toda esa aura de conciencia social y lo hacen como cualquier burrico de aldea, pero hay otros que están metidos en el papel que la moda dicta y lo hacen desde esa perspectiva. Hablan a la chica sobre la grandeza del material expuesto, sobre el último estudio antropológicoeconómicosociopolíticofilosoficoymoral de alguna eminencia de cuyo nombre no quiere acordarse y acaban invitándola a una conferencia sobre cambio climático y protocolo de Kioto en el sumum de su bondad y concienciación extrema, porque a estas alturas, ¿quién no conoce el Protocolo de Kioto? ¡¡Dios nos libre!!

Bueno, para ir concluyendo, como toda persona, por más que intente diferenciarse del resto, el modernito es un ser lleno de paradojas. En cuanto a la forma de vestir, podemos decir que choca que ésta persona no tenga ningún reparo en gastarse los ciento y pico euros que valen las zapatillas que tiene que llevar. ¿Dónde queda su concienciación a la hora de explotar a ese pobre chaval que tiene que confeccionar esa zapatilla con los alegres colores que él quiere? ¿Por qué no recicla el antiguo chandal Runnings de su infancia? ¿Por qué vuelve a comprar esa bolsa que seguro está bien guardada en algún rincón de su casa? ¿Dónde queda el Protocolo de Kioto? ¿Por qué come sobre esas bandejas de usar y tirar que no hacen más que ensuciar nuestro malogrado planeta? ¿Dónde queda el Protocolo de Kioto? ¿Y su concienciación? Etcétera, etcétera.

Recomendación musical: Mongoloid de Devo.