martes, 17 de enero de 2012

UN PENSAMIENTO

Hace no muchos días caí en la cuenta de una cosita. Una cosa que jamás pensé que pudiera pasar, pero que creo que está pasando.

Os cuento. Aldous Huxley en su Un mundo feliz planteaba una sociedad en la que los habitantes se dividían en una especie de castas, castas que atendían tanto a su capacidad intelectual como a su aspecto físico. A mayor capacidad, mejor físico y más comodidades.

Todas estas castas estaban condicionadas para que aceptaran su misión, su desempeño, su lugar en la sociedad. El quehacer de todas ellas era trabajar, cada una en su ámbito de acción predeterminado, y después tomar su dosis de soma (especie de mezcla entre heroina y cocaina pero sin las consecuencias negativas de estas dos drogas) y sexo. El sexo era un objeto de consumo más, como el golf eléctrico o la pelota magnética. Las relaciones duraderas estaban mal vistas y no eran recomendables, de hecho estaban prohibidas. El culto al cuerpo era una constante también.

A día de hoy en nuestra sociedad encontramos a jóvenes obsesionados por su aspecto físico, observamos atemorizados que consumen relacionales emocionales como menús del McDonalds, y no vamos a comentar el poco interés que muestran por cualquier tipo de conocimiento que les ayude a crecer como personas. Hemos sustituido el soma por la televisión y las redes sociales, desde donde reciben el condicionamiento que les hace ser como son, es decir, consumidores de todo, hasta de relaciones. De este modo hemos unido el condicionamiento con el ocio, idea esta que no aparece en Huxley, pero que da todavía más miedo.

Y esto es el pensamiento. Cada vez nos parecemos más al mundo feliz, pero con unos cuantos matices que hacen de este nuestro mundo algo mucho más terrorífico. Y no hemos de olvidar una constante de nuestro mundo que no existía en el mundo feliz, a saber, mientras en aquella todos eran felices, en la nuestra todos somos unos infelices a perpetuidad. ¿Qué retorcida mente muve los hilos para esto? ¿Qué ser lleno de maldad puede querer un mundo así? Quizá si pensamos en las palabras de Agente Smith de Matrix podremos entenderlo. Perdimos cosechas enteras de humanos por ofrecerles un mundo ideal y feliz. ¿Estaremos en una especie de Matrix? ¿En un mundo feliz? La verdad es que no lo se, pero da bastante miedo nuestro mundo este. Y lo peor de todo es que no tiene visos de mejorar.

Felices sueños a todos jajajaj

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